Latinos, el grupo con mayor ausentismo escolar en Massachusetts y el segundo más afectado en Pittsfield

En los últimos días, las Escuelas Públicas de Pittsfield han puesto la atención en un problema que viene alterando de manera directa el ritmo de las aulas: el ausentismo crónico. Las cifras más recientes muestran que el distrito se ubica entre los más afectados de Massachusetts, con un 38.6% de ausentismo, frente al promedio estatal de 18.8%.

Durante el último año escolar a nivel local, casi cuatro de cada diez estudiantes faltaron lo suficiente como para entrar en esta categoría. El impacto es aún mayor entre grupos específicos: el alumnado con capacidades diferentes registra un 48.6%, del 100% de asistencia posible la comunidad latina alcanza el 46.7% y los estudiantes de bajos recursos el 46.1%. Para el Distrito de Pittsfield, un sistema que busca recuperar estabilidad tras años complejos, estos números elevan la preocupación.

El ausentismo crónico se define cuando un estudiante acumula un 10% de ausencias en el ciclo académico, lo que equivale a 18 días en un calendario de 180. Esta métrica incluye ausencias justificadas, injustificadas y suspensiones; es decir, toda falta cuenta por igual.

A nivel estatal, la situación tampoco resulta alentadora para la comunidad latina, que presenta la tasa más alta de ausentismo en Massachusetts (29.5%), seguida por las familias de escasos recursos (28.9%) y finalmente por los estudiantes que estan aprendiendo inglés (27.8%).

La tabla a nivel estal de ausencia muestra a la comunidad latina como la que lidera las asuencias del Estado con 29.5%

Frente a este panorama, la administración distrital ha iniciado una revisión profunda de los datos y de las experiencias detrás de cada ausencia. Equipos de apoyo se reúnen semanalmente en cada escuela, y también a nivel central,para identificar patrones, riesgos y posibles causas, reconociendo que no existe un único motivo que explique por qué tantos estudiantes dejan de asistir.

Este análisis se complementa con grupos focales conformados por docentes, familias y personal escolar, donde se abordan preguntas clave: ¿cómo varía el ausentismo según la edad o la época del año?, ¿qué obstáculos impiden que los estudiantes lleguen a clase?, ¿qué apoyos funcionan y cuáles no alcanzan a quienes más los necesitan? Las autoridades coinciden en que mejorar la asistencia requiere un enfoque individualizado, más que soluciones generales.

A nivel local el panorama es peor para la comunidad latina

Algunas escuelas elementales, como Allendale, Capeless, Williams, Egremont y Stearns, están logrando alcanzar o superar la meta distrital, lo que permite identificar prácticas efectivas y posibles modelos a replicar. Aun así, el panorama general indica que la asistencia acumulada del año sigue por debajo del objetivo, afectando tanto el aprendizaje como la dinámica cotidiana en las aulas.

Para la comunidad educativa, reducir el ausentismo no es solo un objetivo administrativo, sino una apuesta por el futuro académico, emocional y social de los estudiantes.