Casi 2000 viviendas: revela estudio el desafio del condado de los Berkshires ante la crisis habitacional.

PITTSFIELD, Mass. — Hace unas cuantas semanas en una reunión comunitaria sobre vivienda celebrada en el Berkshire Community College, líderes locales y especialistas presentaron el estudio “Building Homes. Building Futures”, que revela un panorama alarmante: el condado de Berkshire necesita al menos 1 910 viviendas nuevas para cubrir la demanda actual. El mensaje fue claro: sin más hogares accesibles, el desarrollo económico y social de la región está en riesgo.

El informe muestra cómo la falta de vivienda no solo afecta a quienes buscan un techo, sino también al tejido laboral y familiar. Cada nueva casa representa empleo, inversión y estabilidad. De hecho, si se construyeran las unidades necesarias, se crearían miles de puestos de trabajo y se inyectarían millones de dólares en la economía local, fortaleciendo a la vez los ingresos fiscales municipales.

Pero los precios siguen subiendo a falta de opciones. En el oeste de Massachusetts, el costo medio de una vivienda supera los $318 000 dólares, un aumento del 44 % desde 2014, mientras que los alquileres se han disparado más de 35 % desde 2021. Esta tendencia deja fuera del mercado a muchas familias trabajadoras y jóvenes profesionales que buscan establecerse en la región.

Más de la mitad de los hogares que alquilan en el condado destinan al menos el 30 % de sus ingresos a pagar vivienda, una carga que dificulta ahorrar o invertir en otras necesidades básicas. Se estima que harían falta más de 3 000 unidades a precios accesibles (menos de $600 mensuales) para aliviar esta presión.

El problema es claro, a falta de existencia de viviendas a un costo de rango medio, los costos de las casas se disparan dejando a muchas familias sin oportunidad de comprar un inmueble.Aunque se debatió sobre medidas como el control de alquileres, el consenso fue que la solución real está en aumentar la oferta y diversificar los tipos de vivienda.