Estrés migratorio: el desafío silencioso en los Berkshires y 5 claves para enfrentarlo.
- Stephanie Santillan
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Actualizado: hace 2 días
Por:Stephanie Santillan, psicóloga por la Universidad de las Americas CDMX y maestra en Terapia Racional Emotiva Conductual por el ITREM
Ser inmigrante implica afrontar numerosos desafíos: desde aprender un idioma nuevo, adaptarse a un entorno laboral diferente, a las particularidades del clima y la cultura local. A todo esto, se suma la presión y el impacto emocional provocado por las políticas migratorias de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), que
afectan profundamente el día a día de muchas familias.

Para muchas de nuestras familias de los Berkshires, abrir su WhatsApp o escuchar noticias sobre operativos puede despertar miedo, ansiedad y hasta síntomas físicos como insomnio, dolores de cabeza o tensión muscular.
Impacto comprobado en la salud
La ciencia ha demostrado que el estrés migratorio constante tiene un impacto considerable en la salud mental. Estudios publicados en revistas especializadas como JAMA Network Open muestran que vivir bajo la amenaza de deportación o detención migratoria está relacionado con niveles elevados de ansiedad, depresión y síntomas de estrés postraumático (PTSD), tanto en adultos como en niños. Además, cuanto más prolongada es la detención, mayor es el riesgo de desarrollar PTSD. Incluso los niños que nunca han sido detenidos, pero temen que sus padres puedan ser deportados, presentan altos niveles de angustia emocional y problemas de conducta.

Una realidad es que no podemos controlar las circunstancias externas, pero sí podemos fortalecer nuestra mente y cuerpo para enfrentarlas con más calma y resiliencia.
5 strategias prácticas para manejar el estrés:

1) Limitar la sobreexposición a noticias: Es importante estar informado pero revisar redes o noticias a cada momento puede resultar en aumentar la tensión. Fije horarios breves para estar informado, y dedique el resto del tiempo a actividades que den le paz (leer, cocinar, yoga,etc).

2) Respiración consciente y técnicas de relajación. Se ha demostrado que el respirar profundo, inhalando por la nariz y exhalando lentamente por la boca, ayuda a calmar el sistema nervioso. Si lo practica 5 minutos al día puedes reducir la ansiedad acumulada.
3) Apoyo comunitario: Es importante usar las redes de apoyo que hay en nuestra
comunidad de los Berkshires; participar en grupos locales, acudir a organizaciones de
apoyo nos ayudan a tener una sensación de seguridad, tener al menos una persona de
confianza para hablar. No olvides que mientras más aislados estemos, el miedo se
Intensifica.

En los Berkshires contamos con instituciones que ofrecen asistencia, entre ellas el Berkshire Immigrant Center, Volunteers In Medicine (VIM) y la Hotline de Crisis de Massachusetts (1-833-773-2445), disponible en español las 24 horas.

4) Rutinas saludables: Mantener un horario de sueño reparador, una alimentación balanceada y tener actividad física ayuda a proteger el bienestar emocional. Se ha comprobado que el cuerpo en movimiento libera endorfinas, las “hormonas de la Calma”.

5) Hablar de emociones en familia: Hacer un espacio para conversar con los hijos y pareja para explicarles que es normal sentirse preocupados, ayuda a disminuir el impacto emocional en ellos.
La presión que conlleva el proceso migratorio existe y es significativa. Vivir con el temor de ser expulsados o de estar lejos de los seres queridos debido a las leyes de migración tiene consecuencias en el bienestar psicológico. Sin embargo, también contamos con la fortaleza para sobreponernos. Proteger nuestro equilibrio emocional no implica que desaparezcan las preocupaciones, sino que podemos afrontar los desafíos con estrategias útiles, apoyarnos en el entorno y recordar que no estamos solos.
Referencias:
Coffey, G. J., Kaplan, I., Sampson, R. C., & Tucci, M. M. (2010). The mental health impacts of detention and post-migration stress in asylum seeker refugees. Social Science & Medicine, 70(2), 207–214. https://doi.org/10.1016/j.socscimed.2009.09.009 Keller, A. S., Rosenfeld, B., Trinh-Shevrin, C., Meserve, C., Sachs, E., Leviss, J. A., … & Ford, D. (2003). Mental health of detained asylum seekers. The Lancet, 362(9397), 1721–1723. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(03)14846-5 Von Werthern, M., Robjant, K., Chui, Z., Schon, R., Ottisova, L., Mason, C., & Katona, C. (2018). The impact of immigration detention on mental health: A systematic review. BMC Psychiatry, 18, 382. https://doi.org/10.1186/s12888-018-1945-y Zayas, L. H., & Heffron, L. C. (2016). Disrupting young lives: How detention and deportation affect US-born children of immigrants. American Psychological Association. https://doi.org/10.1037/e512582015-001 Zhou, Y., Nanni, R. C., & Weiss, R. D. (2021). Immigration detention duration and adverse mental health outcomes: A longitudinal study. JAMA Network Open, 4(8), e2127078. https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2021.27078.